Tratamiento Ortóptico
Tratamiento Ortóptico con abordaje osteopático
A los efectos específicamente visuales de dichas lesiones osteopáticas expuestas en el link de osteopatía, se puede inferir que alteraciones o tensiones de origen postural o bien de exigencia visual durante fases de tiempo prolongadas pueden provocar síntomas como dolores de cabeza, visión borrosa, sensaciones nauseosas, mareos, llegando en algunos casos a episodios momentáneos de diplopía funcional (visión doble) . Este tratamiento no esta únicamente dirigido a niños, sino a adultos con estos y otros síntomas que tengan que ver con alteraciones visuales.
Causas que pueden provocar estos síntomas:
Fijación de la mirada a determinada distancia a pantallas por tiempo prolongado provocando, en algunos casos, la disminución de la frecuencia del parpadeo natural y evitando la relajación que otorga la mirada lejana, en situaciones exageradas de mala postura donde los hombros están asimétricos, donde la pantalla no se encuentra derecho adelante, luz inadecuada, etc;
“Así pues, la cavidad orbitaria es un lugar de convergencia de varios puntos de tensión debido a que en su seno se organizan: -una emergencia de la duramadre, una gran reunión de fascias de diferentes tipos y niveles y una importante relación fluídica entre la sangre, la linfa, el humor acuoso y el líquido cefalorraquídeo.
De este modo las tensiones membranosas se reflejarán de inmediato afectando en mayor o menor medida al sistema visual.” (osteopatia y oftalmología Busquet y Gabarel).
Dichas tensiones pueden ser tratadas por esta disciplina integrando una mirada que permite un manejo óptico, ortóptico y osteopático, ya que el sistema visual es complejo tanto desde lo sensorial, motor y global-sistémico.
Como ya sabemos, todo sistema complejo responde a una globalidad donde las fascias en tensión -tomando tensión como acción organizada que desde una oposición de fuerzas da una dirección- se disponen a acompañar dicho sistema, en este caso hablo del visual. Cuando alguna fascia se mantiene en tensión prolongada llegando a la hipertensión provoca lesiones funcionales que luego se expresarán en diversos síntomas y/o lesiones estructurales.
La frecuencia de sesiones se establece de acuerdo a las características del paciente cuando acude al tratamiento.